El Estado me reclama 1.600 euros en concepto de persona física, y a eso lo llaman Honradez Ciudadana.
El Estado me reclama 300 euros en concepto de multa gubernativa por tenencia ilícita de sustancias prohibidas (más 60 euros por recargo del apremio ordinario), y a eso lo llaman Jurisprudencia Aplicada.
El Estado me exige que pague religiosamente impuestos al alza para sufragar una más que anunciada bancarrota nacional, y a eso lo llaman Democracia.
El Estado me reclama todo esto mientras espera —gorra de visera en ristre— a que acuda a colmar el insaciable apetito de sus burócratas de chaqueta, corbata y halitosis;
mientras ignora que mi pregunta no es otra que
dónde diablos se meten esos que ponen bombas…,
puesto que a eso, por supuesto, lo tendrían que llamar Violencia.
El Estado me reclama 300 euros en concepto de multa gubernativa por tenencia ilícita de sustancias prohibidas (más 60 euros por recargo del apremio ordinario), y a eso lo llaman Jurisprudencia Aplicada.
El Estado me exige que pague religiosamente impuestos al alza para sufragar una más que anunciada bancarrota nacional, y a eso lo llaman Democracia.
El Estado me reclama todo esto mientras espera —gorra de visera en ristre— a que acuda a colmar el insaciable apetito de sus burócratas de chaqueta, corbata y halitosis;
mientras ignora que mi pregunta no es otra que
dónde diablos se meten esos que ponen bombas…,