29/1/11

MI KARMA

No creerse nada
y por supuesto
a nadie;
o tal vez creerse todo,
a todos,
incluso creer en la posibilidad
de no creer en nada…

22/1/11

LA CONDICIÓN HUMANA

“Es ahora, a cosa pasada, cuando deploro mi mezquindad. Es algo que suele suceder con los muertos: lamentar no haberles dicho a tiempo cuánto los amabas, lo necesarios que eran. Cuando alguien imprescindible se va de tu lado, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales. Ensimismado en su tarea, uno cree, sobre todo si es artista, que los demás le deben acatamiento, se erige en ombligo del mundo y desestima la contribución ajena. Pero, un día adviertes que aquel que te ayudó a ser quien eres se ha ido de tu lado y, entonces, te dueles inútilmente de tu ingratitud. Tal vez las cosas no puedan ser de otra manera, pero resulta difícilmente tolerable. La imposibilidad de poder replantearse el pasado y rectificarlo, es una de las limitaciones más crueles de la condición humana. La vida sería más llevadera si dispusiéramos de una segunda oportunidad.”



Uno lo lee y sabe que es cierto. Irrefutable, incluso. Y a pesar de todo continúa pasando páginas, como si lo que acabara de comprender no fuera una de las pocas cosas que en verdad merece la pena tener presente.

Quizá el problema sea ése, que las cosas no puedan ser de otra manera.

Hasta que algo así sucede, e irremediablemente hacemos nuestras estas palabras. Hacemos nuestro el arrepentimiento: lo único que logra consolarnos los fracasos.