18/10/11

Luces de emergencia en la autopista


Debió de ser un tipo alto.
El albal no le cubría los zapatos.
Eran de piel y parecían nuevos.
Recién comprados.
Tal vez en septiembre.
Tal vez fue su madre.
Para que empezara el curso
con buen pie.

14/10/11

Me hubiera descosido las venas de los brazos por ti
y con ellas te hubiera trenzado el cabello después.

En eso consistió amarte.
Todo lo demás que pueda añadir
sería insustancial y repetido.
Sencillamente mentira.

12/10/11

Demasiado indignado para tan poca dignidad


Se nos concede el derecho de alzar la voz y las riendas
de este desbocado presente
de asumir el peso y la responsabilidad de la conciencia
de educar a quien llegue detrás
con la misma prisa que tú por equivocarse
y de lo único que somos capaces
es de patalear contra un mundo que no comprende nuestros imposibles
nuestras contradicciones
haciendo gala de un insultante complejo de clase
de edad
y de hemisferio.

5/10/11

Día mundial del docente


Enseñamos a los críos
a que respeten
el criterio de los adultos.
A que se fíen de ellos.
A que les hagan caso.
Y en lo que conseguimos todo eso
les mostramos de lo que son capaces:
…guerras mundiales
logaritmos neperianos
valencias
complementos pronominales…

Parece un chiste fácil.
Pero en realidad es un humor
muy negro.

3/10/11

De pequeño siempre quise ser Indiana Jones


Básicamente me drogo para marcharme
a tomar por el culo de donde estoy
sin querer estar.
Básicamente para hacer de mi mismo
materia de arqueología
y volver a la edad donde las cosas se tallaban en piedra
y no había modo humano de destruirlas.
Me drogo porque me apetece.
Así de sencillo.
Es como jugar a ser un crío
sin necesidad de serlo aún
pero con la urgencia de esconderme
para que los adultos no me descubran.
Si me drogo mucho no es por adicción.
No es por el hábito o la costumbre
o el aburrimiento de siempre.
Si lo hago mucho
la culpa la tienen estos viejos afanes aventureros.

2/10/11

21:21

                                                                          
Dices que los muertos se acuerdan de uno
cuando al mirar la hora
la empatas con los minutos.

Yo prefiero creer que simplemente
es el resultado de mirarme muchas veces la muñeca.
Será que soy un escéptico
o que voy por la vida con prisa
o que por suerte
no hay demasiados muertos
que se tengan que acordar de mí.

Serían muchas cosas tal vez
o tal vez ninguna de ellas.

Pero tienes razón en lo que dices:
hasta para un escéptico
debería ser bonito pensar
que por mucho que haya pasado el tiempo
y por mucho que las cosas se empeñen en demostrar lo contrario
todavía alguien —seguro—
se acuerda de lo que significa la palabra
cuidar.

Incluso en la distancia.


(para ti, Daniela. Que tienes quien se acuerde)