27/6/11

Conhache

A través de los demás,
me observo
me descubro
me aprendo.
Me corrijo
a bolígrafo rojo
las faltas ortográficas
de esta dislexia
mía
de confundir
la ube con la ve,
las palabras que van
con ache
y las que no.

26/6/11

arena

Me persigo
y algunas veces me alcanzo.
Incluso me supero.
Otras me conformo
con un segundo puesto.
Otras —las más—
tropiezo
y me caigo de bruces
y me hago heridas en las rodillas
y me quedo masticando arena
mientras observo desde el suelo
cómo me alejo
de lo poco que supe
y recuerdo
de mí.

23/6/11

kenia

Hay poemas que mejor no tocarlos.
Los dejo allí donde los encuentro.
Los miro nada más.
A hurtadillas.
Hay poemas que mejor dejarlos en paz
y no intentar atraparlos.
De lo hermosos que son
arañan con solo acercarse.

21/6/11

escribir

para ti, Conhache
que me ayudaste 
a andamiarlo


sacar
sacar fuera
vaciarte y echarlo
de ti
bien lejos
y a tomar por culo
y a otra cosa

exactamente
lo mismo que
estornudar
vomitar
sudar
mentir
llorar
y
hacerse pajas.

19/6/11

Simple economía de lenguaje

La mejor manera que tengo de
pedirle perdón a la vida
es abrirte de piernas
y que mi lengua
se encargue de todo lo demás

así que haz el condenado favor
de callarte de una vez
de ahorrarte el gasto innecesario
de todas las palabras
que no sean —lámeme, cabrón
y de permitir que expíe mi culpa
enterrándola como un hueso
en el dulce hedor de tus entrañas

antes de que te marches
donde quiera que se marcha la gente
cuando se me va de la cabeza.






(Nota: la última estrofa del poema es la interpretación poética de la siguiente cita de Roger Wolfe: “¿a dónde va la gente cuando se te marcha de la cabeza?”)

PEQUEÑA FLEXIÓN EN CLAVE DE RE (suicidios sociales)

Mi amigo Vicente lo llama acometer suicidios sociales. El término no puede ser más exacto. Viene a ser algo así como una explosión dialéctica, normalmente acompañada de la ingesta desmedida y prolongada de alcohol en espacios poco propicios y menos aún recomendables, fruto de la cual uno se desinhibe hasta el punto de traspasar los límites de lo políticamente tolerable y desconcertar al personal sin medida ni remedio castrador. En definitiva, no dejar títere con cabeza. Poner a cada uno en su lugar y, por supuesto, ponerse uno mismo en evidencia y si fuera conveniente en ridículo. Y que paradójicamente todo esto te resbale los huevos, y te despiertes al día siguiente con resaca y con la extraña sensación del deber cumplido, porque lo que has hecho no es más que lo que la mayoría de la gente quisiera hacer si tuviera las mismas pelotas que tú.

17/6/11

pinocho

No me pasa nada.
Estoy bien.
Es el personaje ese,
quien está en crisis de identidad.
Dice que ya no se cree su papel
y teme quedarse sin autor,
porque de público se vació
hace ya tiempo.
Se siente como pinocho
cuando se hizo una paja
y se quemó
porque descubrió que estaba hecho
de madera.

13/6/11


Algo así


a Mercedes Godoy,
colega de profesión
y amiga
y madre también


A la expectativa
de que sucedan muchas cosas
pero con la paciencia del que sabe
que nada en verdad
va a ocurrir.
Algo así, como ser joven siempre
para no tener miedo
de dejar en manos del destino
lo que te suceda en la vida.
Algo así,
como gozar todavía del derecho a equivocarse
y encender un cigarrillo en la parada del autobús
y a esperar que la noche llegue
y le prenda fuego a todo.

9/6/11

humo

Son siempre
dos caladas
lo que me separa
de comprenderlo todo
de entender
que no hay nada
que merezca la pena
ser comprendido.
Dos caladas
y lo que ayer me cabreaba
hoy me dará igual
y mañana ni lo recordaré.
Dos caladas
para flotar junto al humo
como si nada
sobre los males de este mundo
y esfumarme
de repente
igual que hace la mayoría
pero sin pretender
lo contrario.

8/6/11

con permiso de Jodorowsky

Te me cuelas en la memoria flaca
igual que el aire entrando en los pulmones.
Me conformo
con que recuerdes todas tus promesas
aunque nunca las hagas realidad,
aunque solo te acuerdes de pro—
metérmelas.
No pasa nada.
Mi placer es esperarte.

6/6/11

sudar

La mejor droga es la que le quita importancia a las cosas
la que te sienta frente a la ventana abierta
sea lunes o domingo
haga calor o llueva y haga frío.
La mejor droga no tiene porque ser necesariamente
una droga.
A veces con una sonrisa vale
o una carta escrita a mano en el buzón
o un bote de aceitunas deshuesadas en la nevera.
Son esas cosas, esas pequeñas alegrías
las que en verdad compensan todo el esfuerzo
añadido a ellas.
Solo por disfrutar de sus efímeras dádivas
merece la pena ponerse el mono de trabajo
y sudar
y llenarse de mierda hasta las orejas.

4/6/11

Para Ale,
mi hermana,
que es feliz
porque le falta un riñón




Ser feliz no consiste
en tener un alto concepto de sí mismo.
Ser feliz consiste en otra cosa.
Eso es un tropiezo fácil,
un desliz
a veces demasiado cotidiano
con el que caemos —y nos conformamos— siempre
aquellos que nunca lo hemos sido.
Ser feliz consiste en no necesitar serlo.
Es beber sólo cuando se tiene sed.
Es comer sólo cuando se tiene hambre.
Parece sencillo; pero tú sabes
—y yo sé—
que canjearíamos un riñón por firmarlo
con tal de que este nudo gordiano que es la vida
se enderezara al fin,
y que todo empiece a funcionar bien,
sin averías,
sin fisuras por donde se cuele el frío,
de una maldita vez.

2/6/11

pues sí

Preferiría comerte el coño
a escribir estos poemas