30/5/11

propiedad

me measte encima, en los rincones sucios de la memoria,
igual que una gata en celo marcando terreno.

Me hiciste tuyo y luego me desechaste.
Dejé —sencillamente— de serte bonito.

No te culpo por ello.
Fui yo quien mendigó tu amor como un borracho apaleado.
Fui yo quien te persiguió maullando, enseñando culo
para que tú me jodieras vivo.

28/5/11

utilidad

Te fuiste sin apenas darme cuenta,
como se me fue la alergia al polen,
como se fueron las ganas de escribirte.
Echarte de menos sería decir demasiado;
y que aún me acuerdo de ti, demasiado poco.
Algunas tardes me siento aquí
a hacer esto,
esta extraña manera de evocarte aún,
de inventarme heridas infectadas
sobre las cicatrizes que tus uñas me dejaron,
de verme viejo y cansado
de tanto amar y odiar tu nombre.
Algunas tardes todavía me sirves.
Tu ausencia me es más útil
que la mayoría de cuanto me rodea.

22/5/11

añicos

Todas las mañanas me levanto
y voy a un sitio a contarles historias a los críos,
a mostrarles que la vida
puede ser un cuento de hadas
pero que al lobo de caperucita
—como a ellos—
también le empezó a nacer vello
a los once años.
Supongo que el trabajo sucio de enseñar
consiste precisamente en eso.
En mostrar caminos.
Los más oscuros mejor.
Esos que nos negaron nuestros padres mientras pudieron.
Enseñar sería dar sabida cuenta de que todos los hombres
participamos de una misma tragedia
y de que no hay ninguno al que no le flojeé la dignidad
por alguna parte.

Todas las mañanas cuando me levanto
pienso que debería entrar en ese sitio como un Pánzer
y abrirles los ojos a los críos a tijeretazos,
que vean que la gente nace, hace el amor y se muere
casi con la misma frecuencia,
y que aunque la vida apeste
—porque apesta—
merece la pena ser vivida,
pues solo es en los tropiezos
—por paradójico que parezca—
cuando uno aprende a reír de verdad,
a carcajadas y sin miedo
como un hombre enloquecido
frente a un espejo haciéndose añicos.

Enseñar sería todo eso
en lugar de hacerles entender simplemente
que están en el mundo para trabajar
y joderse como todos los demás.

19/5/11

tardes

…cada vez son más las tardes
que apago el teléfono
me siento frente a la ventana abierta
con la cazoleta de la pipa
templada y humeante
y contemplo cómo el día se esfuma
para que llegue la noche
como un matrimonio mal avenido…

Aunque en realidad
no todo sea tan poético,
porque la mayoría de las veces
me hago una paja entremedias
y el teléfono al final
siempre lo acabo encendiendo,
como un cigarrillo detrás de otro.

14/5/11

Supongamos que me quieres
y que sabes dónde vivo.
Supongamos que me acompañas
y te quedas a dormir,
a probar a despertarte conmigo
sin la nausea de un simple amor de condones,
como cuando no eres tú
quien está al otro lado de la cama.
Supongamos que me da por anotarlo en un poema
y que tú lo lees
y sonríes
tal vez sin quererlo.
Supongamos todo eso.
Supongamos que es cierto,
y que a mí lo que en verdad me gusta
es estar comiéndote el coño
en lugar de escribirlos.

13/5/11

a mi sombra
 

Sé de gente que perdió su nombre
y se llamaron anónimos.

Sé de gente que no podría encontrarse
la dignidad
ni con un detector de mentiras.

Luego sé de otra
que preferiría perderla
antes que perder su trabajo.

En medio de estos
estoy yo
que aun los conservo:

mi nombre es Samsa
y mi dignidad esta sucia

escondida como un gato agazapado en la sombra
de algún lugar de esta casa.

8/5/11

La muerte no quiere victoria
la guerra permance como la moneda más fuerte.



Helenaconhache

2/5/11

Ligero

He dicho adiós a muchas personas
pero no le guardo rencor
a ninguna.

Soy un peregrino
y estoy flaco y sufro de la espalda,
y no es conveniente que cargue
con demasiado peso.

El equipaje de mano siempre encima,
nada más.
Eso es lo que dice mi médico.
Creo que no le falta razón.

En él
nunca he conseguido meter
las desdichas.

En él solo llevo aire.
El aire fresco
que siempre deja tras de sí
la tormenta.

Un aire frío que apenas pesa.

1/5/11

Poémica

Yo no escribo poemas.
Yo me invento rencores
para no aburrirme luego
mientras vivo.
Para encontrarle un poquito
de gracia
a todo esto
y tener algo interesante
que contarle a mis nietos.