“decir adiós es complicado
y querer sin ganas una puta mierda”
R. Nagodoieski
Fui a Valladolid un fin de semana
a fornicar básicamente.
A fornicar mucho.
Y eso hice.
Cuando terminamos,
ella me preguntó en la cama
por qué no me quedaba un rato.
Y eso hice.
Me quedé un rato.
Cuatro años
menos veintitrés días
exactamente.
Hasta que llegó un enero
nublado y cencelleante
y ella me pidió por favor
que me fuera.
Y eso hice.
Y el rato se acabó.