Aprendo a vivir sin ti.
Te desdibujas como
el trazo de un lapicero.
Borrosa imagen,
confusa e irreal.
Sueño que el alba desmiente
y en la nada hunde, sin prisa.
Sin demasiada prisa.
El día que faltes
que ya no estés
que te hayas ido
ese día
mis poemas aullarán
como lobos en la noche.