22/2/11

FLACA

Dos años que no te besaba.
Pero acabo de comprobar que tus labios
siguen sabiendo
igual que entonces
con ese punto dulce que siempre le dará tu edad
con ese toque amargo que da saber
que fue a ti
a quien reservé la mejor historia
una historia maldita
de amor imposible y prohibido.

Dos años de aquella trampa
que le tendimos al mundo
dos años
de aquella última noche
en que te abracé como un Robinson
a las trizas astilladas de su naufragio.

Por eso lo hago fuerte
ahora.

Por eso y por otros tantos
que estaré —me temo— sin hacerlo.