25/2/11

Yo no estoy aquí.

Yo ya me he ido.

Soy otro ser
diferente.

Mi propio hijo,
tal vez.
Pero desde luego
yo no.

Yo marché ya.

A otra parte.

Lo que hay aquí
son las
escorias
de un metal acendrado,

de un metal que
se oxida
cuando llueve

como todos los demás.