21/5/10

EL HORROR

A veces
el silencio me asusta
y corro hasta la mesa del televisor
y lo enciendo.
Luego, cuando escucho
lo que el mundo tiene que decirme,
el miedo se aplaca,
se esfuma lentamente, enmudece
como en sordina,
y es el horror lo que brota,
afilado y siniestro,
cimbreando su avaricia
como en una terrible pesadilla.