13/5/10

HOY TAMPOCO

Acerco la ánima a mi sien
y poso la yema sobre el gatillo

dejo que el silencio cobre su magnitud
mientras me concedo
una última bocanada de aire

Pienso entonces en mi madre
—húmedos sus ojos,
incrédulos,
ya enfermos—
justo cuando el dedo cae…

pero hoy tampoco
las palabras exactas
amartillarán el poema.