9/8/11

Tengo más puntos en la cabeza
que en el permiso de circulación


Estoy en medio de ningún dónde
y voy hacia ninguna parte
sin ningún tipo de prisa además
por llegar.
El señor Barber
me está escupiendo en los oídos
aullidos de vieja trompeta
mientras el asfalto se desliza
bajo mi pequeño pero curioso culo.
A mi alrededor solo hay campos
y dehesas de encina vieja
y un dios inclemente vomitando
fuego allí arriba.
Así es fácil
tomar decisiones importantes
del tipo:
no tengo la menor intención
de morirme
en esta vida.
La menor intención
y no lo pienso hacer,
además.