19/5/11

tardes

…cada vez son más las tardes
que apago el teléfono
me siento frente a la ventana abierta
con la cazoleta de la pipa
templada y humeante
y contemplo cómo el día se esfuma
para que llegue la noche
como un matrimonio mal avenido…

Aunque en realidad
no todo sea tan poético,
porque la mayoría de las veces
me hago una paja entremedias
y el teléfono al final
siempre lo acabo encendiendo,
como un cigarrillo detrás de otro.