5/3/10

PATRIA PERDIDA

Cuando apenas era un crío, llegué a amar
la necesidad de maltratarme.
Bebí para calmar una sed que no entendía.
Recuerdo que aquellas noches estaban hechas
a mi medida.
No era ambicioso porque aún no era un hombre
y pude amar hasta el dolor lo infinito.

Luego enfermé
y llegó la tarde para lamerme las mejillas
y me creció el pelo y la barba
y pensé en matarme
y creo que lo hice
pero algo salió mal

o bien

ya no recuerdo