11/12/09

ILUSIONES

Dejé el cigarrillo
a medio hacer en la mesilla, aparté
las sábanas, el edredón y la pereza,
salté de la cama y a tientas
no sé si encendí la luz
o
la ilusión de verte.
Pero el caso fue
que cuando abrí la puerta
y atisbé entre la oscuridad
no vi nada
a nadie
salvo que en el suelo
alguien –tal vez por error –
había dejado escrito este poema.

Entonces creí
que todo había sido un sueño

Ahora
me convence más la idea
de una pesadilla