24/8/10
LO CONFIESO
—inquieto
sonámbulo de pesadilla-ficción,
borracho romántico y trasnochado,
un Holmes venido a menos
sin lupa ni Watson ni violines que tañer—,
aún persigo esa pista, aquel rastro
corrompido que fue
tu huella dactilar en mi bragueta.
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio